Aunque Álvaro Uribe Vélez perteneció a las toldas del Partido Liberal Colombiano, la mentalidad política de este señor está influenciada por tendencias maquiavélico-derechistas. Para muchos es sabido que Uribe Vélez no alcanzó la Primera Magistratura en el 2002, solamente con el apoyo de una coalición partidista. Tenía el respaldo, en ese entonces, de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). La ambición de poder del expresidente Uribe, que afortunadamente la Corte Constitucional frenó a tiempo, estaba enfocada no tanto en el interés general del país sino más bien en algo personal: vengar el asesinato de su padre en 1983 (intentaron secuestrarlo), cometido por el Quinto Frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Recordemos que el padre del expresidente era Alberto Uribe Sierra. En el libro “Los Jinetes de la Cocaína” es mencionado su nexo con el Clan de los Ochoa por el periodista de investigación Fabio Castillo (perseguido por el narcoterrorismo y despedido d
El Estado en tiempos del coronavirus El confinamiento, al que ha estado sometida la población mundial, en medio de la crisis sanitaria del covid-19, hizo reflexionar a los filósofos actuales sobre el poder del Estado en épocas de emergencia. Aplicando el aserto anterior, aproveché todo este tiempo de encerramiento para hacer algunas lecturas que estaban en el tintero, que tuvieran que ver con la temática del poder y el Estado. Me he lanzado a la lectura de algunos capítulos del libro de Thomas Hobbes titulado “Leviatán” y he encontrado que la visión de Hobbes sobre el Estado, al que la sociedad tenía que temer para lograr la paz, la están aplicando, con toda firmeza, la mayoría de los Estados actualmente. Me refiero al uso del monopolio de la fuerza y de todos los mecanismos represores. Dicho lo anterior, se me ocurre hacer una relación de la lectura de Hobbes con la situación actual que vivimos. En este punto, sería bueno hacer una observación justa y necesaria. Se dice que Hob
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