Egipto y Babilonia: civilizaciones milenarias

De los aspectos relevantes para resaltar de las civilizaciones egipcia y babilónica, podríamos decir que ambas tenían importantes arterias fluviales, aprovechadas para el sostenimiento de su organización social y económica. En la civilización norafricana nos encontramos con el río más largo de África y segundo del mundo, el Nilo (atraviesa de sur a norte a Egipto). Los babilonios (baja Mesopotamia, actual sur de Irak) contaban con dos grandes brazos fluviales llamados el Éufrates y el Tigris, que servían de fuentes para el desarrollo de la sociedad en general.

Si seguimos buscando cosas en común entre estas civilizaciones, nos daremos cuenta de algo igualmente importante para la humanidad: la escritura. Los babilonios, sucesores de los acadios –estos, a su vez, de los sumerios- como dirigentes de Mesopotamia, refinaron cada vez más el arte de su escritura que se llamó cuneiforme, escritos que se hacían en tablillas de barro. El arte escrito de los egipcios se hizo a través de la tecnología del papiro (parece ser que de aquí se originó la palabra paper, que en castellano es papel); en las estelas (piedra llana) y paredes de los templos. A este tipo de escritura se le llamó jeroglífica, predominante en las expresiones monumentales. Luego, para poder comunicarse más rápidamente, los egipcios crearon la escritura hierática (sacra), que se empleaba en textos literarios, mágicos y religiosos. Posteriormente se inventó la escritura demótica (popular), utilizada en las actividades cotidianas y la administración.

Pero, con la difusión paulatina de la comunidad cristiana en Egipto desde el siglo II de N. E., los cristianos inventaron el alfabeto copto (palabra árabe, derivada del griego, que significa “egipcio”), para no tener que leer escrituras que ellos consideraban paganas. El alfabeto copto utilizaba una mixtura de las letras del alfabeto griego con signos de la escritura demótica. Estos signos se introdujeron para cubrir vacios de sonidos inexistentes en el alfabeto griego.

Los invasores no hicieron mucho daño durante un largo período al patrimonio cultural –afortunadamente para el bien de la humanidad-. Por el contrario, quedaron sorprendidos por la magnificencia y refinamiento culturales que se respiraba en la atmósfera de estos territorios de Asia y África respectivamente. Sin embargo, la gran biblioteca de Alejandría, creada por los dos primeros Ptolomeos, no se salvó del fanatismo cristiano, creyendo que los únicos libros valiosos son los que contiene la Biblia. La biblioteca fue destruida totalmente a finales del siglo IV de N. E.

Por último, hay que decir también que estas civilizaciones tuvieron gobiernos monárquicos hereditarios. Había una fuerte tradición de mantenerse en el poder por largo tiempo, sin que la sociedad tuviera la oportunidad de oponerse a estos regímenes nepóticos. A base de la superstición en exceso, mantenían a la población en una completa sumisión.

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